El migrante es una persona que va de un país a otro, las razones no están necesariamente relacionadas a las condiciones sociales. Esta persona puede moverse al interior y al exterior del país libremente sin ningún tipo de restricción.
El refugiado es quien que está escapando de su país a causa de guerras o persecuciones, eso significa que esta persona ha sido obligada a cruzar las fronteras y no puede volver a su casa a salvo.
El solicitante de asilo es quien decide escapar de su propio país y pide asilo, esta persona es internacionalmente protegida y no pueden devueltos a los respectivos países de origen.
Con el paso del tiempo, hemos perdido nuestro sentido de humanidad hacia los migrantes y hemos olvidado que ellos son también personas. Cualquiera necesita un lugar donde vivir y sentirse seguro, donde puede estar con su familia por el resto de su vida. Hay muchos métodos para regularizar la inmigración. Uno de estos consiste en permitir a los migrantes obtener un permiso de trabajo temporal: ellos aprenden un trabajo específico y después, cuando vuelvan a casa se pueden convertir en recursos muy útiles para la economía local, estableciendo un negocio.
